SOBRE LA OBRA

LA DUALIDAD DEL ALMA

Claudio Paolasso, nace en la ciudad de Tucumán. En el año 1976. Realiza desde pequeño estudios de pintura y cerámica, Hace su primera exposición a la edad de 12 años.
Fue discípulo del maestro Ezequiel Linares, durante su formación como pintor y escultor. En 1998 complementa sus estudios universitarios en Costa Rica, y más tarde en el año 2000 realiza su maestría en Santiago de Chile.
Es un pintor trotamundos, motivado por conocer y llegar a las raíces del arte y la cultura mesoamericana, por la que siente respeto y admiración. Ha viajado alrededor del mundo tratando de descifrar a nuestros antepasados, y conocer sus modos de expresión y significado artístico.
Hijo de padres Italianos, nacido en argentina ha desarrollado una búsqueda intensa de su propio yo para reflejar en sus obras una propuesta estética cargada de sentí miento y profundidad.
En sus obras se refleja la tendencia figurativa, con personajes de miradas penetrantes, de colores intensos que se mezclan en la nada para dar vida al lienzo.
A lo largo de sus obras Paolasso ha demostrado ser un pintor de dualidades complementarias que forman su realidad del ser.Las figuras están llenas de sexualidad y sensualidad, representadas por medio de cuerpos llenos de textura y formas. El autor los muestra sumidos en un eterno pensar penetrados a su vez por el ansia de descubrirse a si mismos, y encontrar una explicación a sus existencias. Son seres que reflejan al ser humano atrapado entre su inmortalidad imaginaria y su naturaleza finita, es su juego entre el deseo y la realidad.
Amante de lo figurativo, juega con líneas y formas dándole vida propia a los personajes, que parecieran interactuar en el lienzo y ser cómplices en su escenario. Con estas obras logra hacer que el observador se inserte en un mundo propio, que le de vuelo a su imaginación y curiosidad y despierte en él un mundo de sensaciones encontradas.
La obra de Paolasso muestra una inclinación expresionista, devolviéndonos imágenes de una “nueva objetividad” a lo Otto Dix, o George Grosz. Enraizado por momentos con la obra del neo expresionismo, de Sandro Chia y Enzo Cucchi, buscando la expresión de sus sentimientos y sus emociones, más que la representación de la realidad objetiva.
Representa así, la experiencia emocional en su forma más completa, sin preocuparse de la realidad externa sino de su naturaleza interna e intrínseca, haciéndonos vibrar como observadores. Paolasso visto desde la teoría de Fromm, es un artista con una orientación productiva, acaparadora y perfeccionista, debido a que en sus pinturas busca y obtiene una libertad “verdadera” o libertad personal, diferenciándose de una libertad política o liberalismo.

Por medio de sus obras se expresa y se da a conocer el mismo, sus sentimientos, sus emociones mas sinceras, sin miedo a ser expuesto en un mundo lleno de camaleones sociales.
Otra cosa que encontramos en las pinturas de Paolasso son esas figuras asexuadas y muy sexuadas a la vez, entendiendo la sexualidad desde el punto de vista de Freud no comprendiéndola como exclusiva al coito, sino todas aquellas sensaciones placenteras de los sentidos. Paolasso despierta en sus obras la sexualidad asexuada de los espectadores.
Podemos ir más allá todavía y contemplar, su fascinación, al retomar escenas de la obra de Goya, en sus “el sueño de los monstruos pedagógicos crea mediocres”, en clara alusión al grabado del “Sueño de la razón produce monstruos”, donde lleva una veintena de obras por el mundo, de la exaltación onírica, imágenes llevadas a ser emblemas protectores, casi como tótems que profesan un vudú de salvación contra, la maldad y la ignorancia, conjugados con la sobriedad de las líneas, el juego teatralésco de sus personajes y una dualidad repetida, entre amores y odios, lo masculino y lo femenino.
Para Jung sería la búsqueda de los complementos, de una dualidad existente y necesaria. Paolasso juega con dos de los arquetipos del inconsciente colectivo:el ánima, el aspecto femenino presente en el inconsciente colectivo de los hombres y el animus, el aspecto masculino presente en el inconsciente colectivo de la mujer.
Las pinturas nos permiten conectarnos con nuestros anima y animus, observando seres masculinos, femeninos, y asexuados. Que nos llevan a estar en interconexión con nuestra otra parte, buscando complementariedad e individuación para nuestro bienestar y placer.
Pareciera extraño comparar una obra de un pintor con una teoría de la personalidad, sin embargo en la pintura se denota la personalidad de pintor, es por eso que me atrevo a decir que en las pinturas de Paolasso se presentan los tres principios de Jung: el principio de los opuestos, cada deseo expresado en sus pinturas inmediatamente sugiere su opuesto; el principio de equivalencia, donde la energía resultante de la oposición se distribuye equitativamente en el lienzo; y el principio de entropía, el cual establece la tendencia de los opuestos a atraerse entre sí.
Tenemos entonces una búsqueda de integración de sus personajes en las pinturas, que permite la trascendencia de los opuestos. Buscando las conexiones entre los objetos; cómo encajan entre ellos, cómo interactúan; y cómo contribuyen a un todo. Haciendo que estas pinturas tengan un sentido, y un significado para el espectador.

Carla Lombardo, critica, curadora e historiadora del arte. Sante Fe, Nuevo Mexico - EE. UU. 2004.